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Canarias 26 de Septiembre de 2009
USO-Canarias considera necesaria la reforma de la Ley de extranjería
Es de justicia que también en estos momentos de crisis económica los inmigrantes gocen de las mismas ventajas de nuestro sistema de bienestar que los nacionales
La Unión Sindical Obrera de Canarias (USO-CANARIAS) ante la inminente reforma de la Ley de extranjería considera necesaria la reforma, en cuanto a las sentencias del Tribunal Constitucional y a la transposición de normativa europea, no obstante manifiesta que puede ser de otra manera y exige una reforma estructural que busque ante todo la integración y la cohesión social: el inmigrante es ante todo persona. Consideramos que el fenómeno migratorio es un hecho y que por tanto debe abordarse desde la responsabilidad, la coherencia y la solidaridad, teniendo en cuenta ante todo que los inmigrantes son personas, que se encuentra además en una situación de especial vulnerabilidad. Por lo tanto, la reforma legislativa debe ser estructural (buscando ante todo la verdadera integración del inmigrante) y no coyuntural (atendiendo a la situación de crisis económica).
Una reforma responsable y no improvisada: falta de debate y consenso. Defendemos una inmigración legal y ordenada en la que se vean respetados los derechos de los trabajadores inmigrantes. Para ello, proponemos la ratificación de la Convención Internacional para la protección de todos los Trabajadores Migrantes y de sus Familias, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 45/158, de 18 de diciembre de 1990, día que fue institutito como Día Internacional del Inmigrante. Criticamos la actitud del Gobierno por la tramitación de la misma por procedimiento de urgencia, sin el suficiente debate social y consenso; y sin atender además, las demandas de la mayoría de organizaciones y entidades sociales que trabajan con inmigrantes, ni de las propias asociaciones de inmigrantes.
Una reforma en positivo, que no criminalice al inmigrante. Los trabajadores inmigrantes han contribuido en gran grado al desarrollo económico de nuestro país. Por este motivo, es de justicia que también en estos momentos de crisis económica gocen de las mismas ventajas de nuestro sistema de bienestar que los nacionales, en plano de igualdad en derechos y obligaciones. Es además una reforma restrictiva de derechos fundamentales y no lo suficientemente garantista.
Una reforma que no recorte derechos sociales y que ponga en peligro el Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración. Restrictiva en cuanto al derecho a la educación: en relación a la educación no obligatoria, al impedir el acceso de los menores a la educación infantil y el acceso a los mayores de edad a los estudios postobligatorios. Restrictiva en el derecho de acceso a la vivienda: al plantear una nueva condición para acceder a los sistemas públicos de ayudas en materia de vivienda, al exigir la residencia de larga duración (que se obtiene a los cinco años de residencia). Restrictiva en el uso de asistencia sanitaria y a los servicios y prestaciones sociales básicas: con el requisito de autorización de residencia y estancia para poder empadronarse, solo éstos van a tener derecho a la asistencia sanitaria.
Una Ley necesaria que puede convertirse en una Ley injusta: no perdamos una gran oportunidad. Por tanto, una Ley que era necesaria, se convierte en una Ley injusta, que criminaliza y no integra, suponiendo un retroceso en derechos y olvidándose de un valor fundamental como es el de la solidaridad. Desde la Unión Sindical Obrera de Canarias consideramos que aun estamos a tiempo de no perder una gran oportunidad para que no se produzca un retroceso en nuestra sociedad.
