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Canarias 22 de Noviembre de 2008
El parto natural humaniza los paritorios de los hospitales canarios
"Parir no es ninguna enfermedad", afirma José Angel García, presidente del comité organizador del XXI Congreso Nacional de Medicina Perinatal

"Hablar de parto natural no quiere decir volver al pasado, sino recuperar la capacidad y la confianza en la propia naturaleza y  tampoco quiere decir renunciar a la tecnología, sino adjudicarle el lugar que le corresponde", afirma José Ángel García, jefe de Servicio de Ginecología del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria. Y añade "la introducción paulatina del parto natural en nuestros hospitales esta humanizando los paritorios porque, parir no es ninguna enfermedad".

En los años 60 los partos eran mayoritariamente domiciliarios, asistidos por una matrona o acompañantes lo que provocaba unas elevadas tasas de mortalidad y morbilidad. Por esa razón, a medida que nuestro país fue desarrollándose, se trasladó el parto a los hospitales donde se podía controlar el riesgo del paciente para reducir considerablemente los índices de mortalidad pero, al mismo tiempo, se perdía confort y en cierta medida se deshumanizaba un acto que "al fin y al cabo no es una enfermedad sino un proceso natural más en la vida de una mujer", según José Ángel García.

Una vez que la mortalidad materno-infantil entra en rangos aceptables para un país desarrollado como el nuestro, la tendencia actual es "volver a un parto natural", afirma rotundamente el propio García, aunque "hace falta un cambio de mentalidad tanto entre los profesionales sanitarios como entre las madres para que este modelo se generalice". En la actualidad, en el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria se producen entre 7.500 y 8.000 partos naturales. De ellos tan sólo entre un 8 ó 10% son naturales, mientras que un 60% de madres todavía pide la epidural, explica García. No obstante, complementa este experto, "en el Materno-Infantil de Gran Canaria está entre los tres hospitales españoles que menos cesáreas practica".

En este hospital canario se le ofrece a la madre la posibilidad de elegir que tipo de tratamiento desea recibir durante el parto. "Esta circunstancia era impensable hace tan solo cinco años", apunta García. Este llamado plan de parto pactado con la madre se respeta "siempre y cuando la madre no tenga factores de riesgo importantes o bien sufra complicaciones durante el parto".

En algunos hospitales españoles, como el de Castellón, se ofrecen casa de maternidad para que las madres tengan a sus hijos en un perímetro cercano al hospital para que en caso de complicaciones la distancia resulten fácilmente salvables.

El debate entre parto medicalizado y natural en realidad "no tiene por qué existir", explica José Ángel García, ya que se utiliza el que mejor convenga según la situación. No obstante, apunta este especialista que el parto medicalizado presenta algunos inconvenientes frente al otro modelo. "En primer lugar, enumera García, el parto medicalizado evita el contacto de la madre con el bebé, lo cual no resulta beneficioso para ninguno de los dos. Además provoca mayor dolor y mayor uso de la epidural. Por otro lado, provoca mayor número de cesáreas". Los partidarios del parto medicalizado argumentan que el parto natural resulta menos costoso y creen que por eso se está favoreciendo en los últimos años por parte de la Administración.

Según José Ángel García, el parto natural "resulta incluso más costoso que el medicalizado, no precisamente por los aparatos de apoyo sino por el personal que requiere para ser desarrollado. En el medicalizado, una sola matrona puede controlar varios partos mientras que en el natural cada parto necesita una matrona".

El Ministerio de Sanidad firmo un concierto con las comunidades autónomas con el objetivo de patrocinar el parto natural. En nuestra región ya se ha creado una comisión para su implantación. "Es un proceso lento pero sin duda se irá imponiendo poco a poco", concluye el organizador del XXI Congreso Nacional de Medicina Perinatal.

Diferencias entre parto natural y parto medicalizado
INTIMIDAD
-Parto normal. Se respeta el tiempo y el espacio de la parturienta. La matrona ayuda, pero no da órdenes, observa la evolución del parto e interviene sólo cuando es necesario.
- Parto medicalizado. Si la mujer se siente observada o intimidada, el parto se inhibe. En un parto medicalizado, las condiciones de intimidad y respeto rara vez se dan.

POSTURA
- Parto normal. La mayoría de las mujeres de forma instintiva paren en posición vertical, una postura que aprovecha la fuerza de la gravedad y favorece la dilatación y el expulsivo.
- Parto medicalizado. Forzosamente se da a luz en el potro obstétrico. Esta posición, boca arriba y con las piernas en alto, es la más complicada para la madre y el bebé.

RASURADO Y ENEMA
- Parto normal. No se practican. Según Blanca Herrera, 'tiene que ver con la tradición. Pero, además, es como prejuiciar que el parto es algo sucio'.

- Parto medicalizado. 'No valen para nada y hay estudios que así lo demuestran', asegura Blanca Herrera. A pesar de ello, muchos hospitales aún los aplican.

OXITOCINA
- Parto normal. Según la OMS, no se debería inducir más de un 10 por ciento de los partos. 'Si les das tiempo, las mujeres paren sin machacarlas con oxitocina', explica la matrona.
- Parto medicalizado. Esta hormona sintética acelera el parto a costa de un mayor sufrimiento. Se aplica a multitud de parturientas, 'por correr más', dice Herrera.

EPISIOTOMÍA
- Parto normal. Se realiza, exclusivamente, cuando es necesaria. Según las cifras de OMS, en tan sólo el 20 por ciento de los partos necesitan esta intervención.
- Parto medicalizado. En España se hace en el 90 por ciento de los casos en primíparas. Si se aplica cuando no es necesaria, puede provocar complicaciones (hemorragia, desgarros...).

TACTOS
- Parto normal. Se intentan hacer los mínimos posibles. 'Aplicamos criterios más observacionales: escuchar a la mujer, analizar su conducta, sus posturas...',
- Parto medicalizado. A veces, se hace un tacto sistemático sin tener en cuenta que pueden hacer que aumente el riesgo de infección o que se rompa la bolsa.